No me sorprendió, pero luego lo vi negro sobre blanco: mi pequeño está inscrito en la Kindergarten.
Entrada al Kindergarten - Una montaña rusa emocional
Me considero con los pies en la tierra y con las manos en la masa. Soy una madre orgullosa, y espero con interés cada paso del desarrollo de mi hijo.
Para mí, el hito " Kindergarten" significa
- aprendizaje lúdico, se absorberá como una esponja
- un entorno social, que lo hará avanzar en términos de interacción, comunicación y sostenimiento de su posición en un nuevo contexto grupal
- nuevas relaciones, él, así como mi marido y yo, estableceremos, que podrían estar con nosotros por el resto de nuestras vidas
Y entonces noto esta vaga sensación de malestar en mi estómago mientras miro la matrícula de la Kindergarten.
Un pequeño vacío está dentro de mí. Más tarde ese día, cuando compartía la carta con mi marido, sentí que las lágrimas brotaban. No me preparé para estas emociones. Uf... mi marido también está un poco triste.
Permítanme resumir mis conclusiones: no sólo mi pequeño de 4 años está en transición, yo también. El pequeño se está alejando un pequeño paso de nosotros. Algo nuevo está comenzando. A cambio, algo más está terminando.
Y tengo que admitir que con la maternidad mi actitud de cara al futuro se tropieza con las piernas que el reloj de la niñez me ha hecho avanzar. Miro hacia atrás un poco más, y se hace más difícil dejarse llevar emocionalmente.
Vayamos juntos a través de esta transición.
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